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domingo, 20 de diciembre de 2015

¡Enfermería pediátrica!


¡Buenas a todos!

Os venimos a contar como están yendo nuestras segundas prácticas clínicas. Actualmente nos encontramos en el servicio de pediatría del Hospital Clínico de Salamanca. Afortunadamente en esta unidad no está presente nuestro tema principal, la Violencia de Género.

Para que visualicéis mejor el día a día de la planta os vamos a dar pequeñas pinceladas de su funcionamiento: 
Para una mejor organización enfermera los pacientes se dividen en escolares, lactantes y aquellos que necesitan cirugía. Luego encontramos un grupo muy importante y que precisa gran parte de nuestros cuidados, nuestro tiempo y sobre todo de nuestro cariño; los niños oncológicos. 
Prácticamente todo el personal sanitario admiramos a estos pacientes, que muestran una madurez enorme a pesar de su corta edad y tienen la energía para someterse a infinidad de tratamientos con sus molestias asociadas. En definitiva, son un ejemplo a seguir.

La planta de pediatría cuenta con un “aula hospitalaria”, a lo que los niños llaman “el cole”. Es un lugar al que van aquellos chicos hospitalizados para entretenerse o ponerse a día en sus temarios escolares. Las maestras ejercen una gran labor allí, tanto en enseñanza, apoyo, entretenimiento y decoración de la planta. 
Esto último es algo que también llama mucho la atención al entrar, pues está llena de dibujos, figuras decorativas y demás que hacen la estancia a los niños mas agradable y familiar. Ahora, en estas fechas, la planta está mas adornada aún con las figuras navideñas. ¡Parece el Corte Inglés!

Pasar los días en un hospital es difícil para un niño (todo lo contrario que para nosotras) y por ello se les intenta amenizar los días de todas las maneras posibles. 
Por ejemplo, el pasado jueves prepararon una fiesta de Navidad con payasos, un mago, regalos y comida... ¡incluso contaron con la visita de Mickey y Minie! a la que acudieron todos los niños, sus familias, voluntarios y en pequeños descansos los profesionales sanitarios.  La felicidad que mostraban los pequeños era emocionante... ¡No había sillas de ruedas suficientes y se utilizaron todos los pies de gotero! 

En definitiva, no podemos estar más contentas con la planta, porque a parte de que las enfermeras/os y auxiliares son encantadores y a parte de todos los conocimientos que estamos adquiriendo, la estancia allí nos esta haciendo más humanas, más empáticas  y más felices. 

¡Hasta otra!





Pink Rose Flower